miércoles, 28 de marzo de 2012

PRIMEROS AUXILIOS PARA PERROS


Primeros auxilios para perros
Aunque no queremos llamar al mal tiempo y esperamos que nunca tengamos que utilizar lo que a continuación nos disponemos a comentar, es importante que sepamos cómo reaccionar ante cualquier imprevisto, ya sea una quemadura o una pata rota, un simple rasguño o una pequeña herida.
Por supuesto, lo que hay que hacer ante cualquier problema es acudir al veterinario más cercano; conviene tener su número de teléfono siempre a mano, y hacer uso de él a la mínima que sea necesario. Pero creemos que también es útil tener conocimientos básicos de primeros auxilios para poder socorrer a nuestro perro en caso de accidente.
Así pues, lo primero que hace falta saber es que ante una situación de emergencia es muy importante mantener la calma. Los perros detectan nuestro estado de ánimo y si estamos inquietos haremos que él esté más inquieto e inseguro todavía. Por ello, nuestro lenguaje corporal es muy importante a la hora de calmar al animal. Nos tenemos que comportar con total serenidad e intentar actuar con tranquilidad hasta que consigamos llevar al perro a nuestro centro veterinario.
Por otra parte, es recomendable disponer siempre de algunos materiales básicos para emergencias, tales como vendas, algodón o gasas para limpiar heridas, un antiséptico suave y apto para perros, y un par de pinzas para extraer espinas.
A continuación os damos algunos consejos a seguir en caso de accidente:

Picaduras de insectos

Cuando un insecto pica a nuestra mascota, ésta puede sufrir diversas reacciones. Si no se le inflama el morro o la garganta (en cuyo caso sólo se puede acudir al veterinario lo más rápido posible, antes de que le pasen factura las dificultades respiratorias resultantes), se le puede aliviar refrescando la zona de la picadura con una gasa (o similar) fría. Si se trata de una garrapata, antes de hacer nada hay que comprobar su tamaño: si aún no es demasiado grande (lo que implica que su presencia es muy reciente), se puede arrancar con determinación para eliminarla completamente, aplicando alcohol (o aceite, en su defecto) en la zona y constatando que el parásito ha sido extraído del cuerpo del animal en su totalidad. Si por el contrario el tamaño ya es considerable, resultará bastante más complicado no dejar ningún rastro del bicho, por lo que conviene que se encargue de ello un profesional.

Accidentes de tráfico

Un accidente de tráfico, con independencia de su gravedad, requiere la revisión inmediata de un veterinario. Para transportarlo hasta allí, primero se debe analizar el estado en que se encuentra el animal. ¿Respira? ¿Tiene dificultades para ello? (en caso afirmativo, se le deben extraer todos aquellos elementos en la lengua que imposibiliten la circulación del aire) ¿Está consciente? ¿Se mantiene en pie? Es posible que, además, el impacto le haga entrar en un estado de shock, por lo que habrá que ir con sumo cuidado para no empeorar la situación. Si el perro lo permite, antes de moverle podremos tratar de curarle lo más inmediato, aplicando presión en las heridas más sangrantes, tratando de detener hemorragias, inmovilizando extremidades rotas, etcétera. Para trasladarlo, tendremos que obrar con sumo cuidado para moverle lo menos posible. Es preferible usar una superficie plana, o una manta (o similar) en su defecto, salvo si creemos que puede haber sufrido daños internos: en ese caso, será el propio veterinario quien tendrá que acudir al lugar.

Quemaduras

Hay cuatro niveles de quemaduras a las que puede verse sometido un perro, aunque la gran mayoría de ellas suele deberse a los mismos detonantes, a saber: el contacto con agua caliente, aceite hirviendo o productos químicos, o el hecho de morder cables eléctricos. Las quemaduras superficiales sólo afectan a la piel, y aunque pueden ser muy molestas para el animal (formación de ampollas, inflamación…) se puede tratar limpiando primero la zona con agua caliente, aplicándole alguna solución tópica y tapándola después con una gasa para que no la toquen los insectos. Si la piel del área afectada está inflamada y se aprecia líquido subcutáneo, la quemadura es de espesor parcial y es más dolorosa para el perro. Se debe acudir al veterinario para que decida el mejor tratamiento a seguir. Igual que en el caso de espesor total, en que el pelo se suele caer y verse reemplazado por una costra blanca que puede requerir incluso injertos. Un cuarto nivel de quemadura (profunda) afectaría a hueso y músculo.

Convulsiones

Ante un caso de convulsiones (se dan cuando el perro saliva copiosamente y cae al suelo de lado, haciendo movimientos espasmódicos), hay que apartar cualquier objeto contra el que pudiera golpearse el animal, cubrirle con una manta y evitar todo estímulo audiovisual que pudiera empeorar su condición (dejar la habitación a oscuras y en silencio). Y por supuesto, hacérselo saber al veterinario. Es posible que durante el ataque reaccione con violencia, por lo que lo mejor es dejar que se recupere sin tocarlo.

Golpe de calor

Si la mascota pasa demasiado tiempo al sol en verano, o permanece varias horas en el interior de un coche, es probable que acabe sufriendo un golpe de calor, ante lo que hay que actuar con rapidez dándole más importancia de lo que en principio podría pensarse: se debe hacer que el perro respire aire fresco, darle agua en abundancia, y refrescarle con trapos húmedos (¡sin llegar a cubrir nunca su cuerpo con ellos!), un ventilador o mediante un baño con agua fresca, no muy fría. Y en cuanto sea posible, llevarlo a un veterinario.

Asfixia

Los perros están muy expuestos a ahogarse por la ingestión de huesos, palos, pelotas, canicas o similar. Puede darse el caso de que esta clase de objetos atasquen las vías respiratorias del animal, en cuyo caso lo primero que hay que hacer es tirar de su lengua para facilitar el paso del aire y tratar de extraerlos bien con las manos, bien con unas pinzas; si no fuera posible, dejarlo en manos de un veterinario. También podría asfixiarse por un exceso de mucosidad, en cuyo caso sería necesario recurrir a una bomba de aspiración para bebés para sacarla. Finalmente, si el perro cae al agua y deja de respirar, se le deberá levantar por las patas traseras de manera que su cuerpo expulse todo el líquido que pueda haberle entrado en los pulmones, realizar masajes cardíacos a ambos lados del tórax, y transmitirle aire a través de una mano cerrada en forma de puño a sus orificios nasales, mientras que con la se mantiene la boca del animal firmemente cerrada.

Envenenamiento

Entre los posibles despistes de sus dueños y la curiosidad innata de los perros, es muy normal que el animal acabe ingiriendo lo que no debe. En casos de intoxicación leve, él mismo suele cuidarse solo (lo más normal es que se purgue), pero hay ocasiones en que eso no baste. Si tu mascota presenta síntomas de envenenamiento, ante todo recoge una muestra de su vómito para que el veterinario la examine y sepa qué medidas emplear al respecto. Por tu parte, si la ingesta ha sido de sustancias corrosivas, no provoques el vómito de tu mascota; en su lugar, dale líquidos para que palien los efectos de la sustancia (y por supuesto, llévala a un profesional). En caso contrario sí que puedes (y debes) hacerlo, insertándole dedos en la boca y presionando su estómago.

Cortes, heridas y mordeduras de otros perros

Es muy habitual que los perros sufran heridas por diversos motivos: pueden rascarse con una zarza, pisar materiales punzantes o cristales rotos, o recibir la mordedura de otro animal. En caso de sufrir un accidente de estas características, hay que limpiar la herida y desinfectarla, eliminando el pelo que pudiera rodearla. Según la gravedad de la misma, se deberán colocar compresas o algún otro tipo de vendaje para protegerla, y si aun así no hay manera de cortar la hemorragia, habrá que llevar a la mascota a un veterinario.

Uñas rotas o arrancadas

Cuando un perro se rompe una uña, le supone toda una tragedia. Le duele, se le infecta, no acaba de cicatrizársele la herida… un calvario mucho más molesto de lo imaginado, contra el que podemos actuar tratando de vendarle la pata afectada para llevarlo al veterinario.

Fractura

Ante una fractura, se debe tocar (sin hacer ningún tipo de presión) la zona afectada para comprobar el nivel de inflamación y dolor; realizar un torniquete en caso de que la ruptura haya afectado a la piel provocando una hemorragia; y tratar de fijar la zona en caso de que no lo haya hecho. Por supuesto, inmediatamente después hay que acudir al especialista más cercano.

lunes, 26 de marzo de 2012

COMPETICIÓN INTERNACIONAL DE DOGFRISBEE

El próximo sábado día 7 de abril se celebra la competición internacional de DOGFRISBEE, patrocinada por el centro de nutrición canina TERRANOVA CNC
Se hará en el Parc Central del Vallès, en Sabadell (Barcelona)


Aquí os dejamos toda la información:
http://www.aed-dogfrisbee.com/awi2012.html


 
 
 

miércoles, 21 de marzo de 2012

EL LENGUAJE CANINO

Con está simpática foto podeis apreciar los diferentes tipos de lenguaje canino que utilitzan los perros

miércoles, 14 de marzo de 2012

CANILEISH. Todo lo que hay que saber sobre la nueva vacuna contra la Leishmaniosis


En los próximos meses, los veterinarios de España dispondrán de la nueva vacuna contra la Leishmaniosis canina, denominada CaniLeish. Se trata de un producto aprobado por la Comisión Europea el 14 de marzo del 2011, que ya se administra a las mascotas de Portugal y Francia. Debido a la relevancia del lanzamiento, creemos conveniente saber cómo funciona la vacuna, y qué efectos, positivos y negativos, puede tener.

La temida Leishmaniosis

Ya hemos hablado con anterioridad de esta enfermedad (en nuestro artículo La Leishmaniosis canina), por lo que nos limitaremos a recordar brevemente que se deriva de un parásito (Leishmania infantum) transmitido mediante la picadura de la mosca de la arena, y cuyos síntomas principales son llagas, fiebres, caídas de pelo y pérdidas de peso, llegando a provocar la muerte del animal afectado, y siendo contagiosa para los humanos.

¿Y qué hace CaniLeish?

Precisamente, la nueva vacuna reduce el riesgo de contagio de este patógeno (sólo se aplica a perros que no hayan sido afectados), mediante la administración de algunas proteínas extraídas del propio parásito, que el sistema inmunológico aprende a detectar y combatir. De este modo, en caso de verse atacado en un futuro por una versión ya desarrollada de la enfermedad, el animal está en disposición de protegerse de la misma.

¿Cómo funciona?

Para un correcto funcionamiento de la CaniLeish, ante todo es necesario consultar con un veterinario para que determine si es recomendable o no para la mascota, en función del riesgo de que pueda contagiarse o no. En caso afirmativo, y habiendo dado negativo en el análisis de la enfermedad, el perro recibe una primera inyección a partir de los seis meses, y luego otras dos más con un intervalo de tres semanas cada una. A partir de ahí, se refuerzan los efectos de la vacuna mediante una administración anual. Además de contar con proteínas extraídas en las primeras fases de desarrollo del patógeno, CaniLeish contiene una sustancia adyuvante para mejorar el sistema inmunitario.

…¿Funciona?

Antes de su comercialización, la nueva vacuna pasó por un proceso de experimentación consistente en la administración del suero a un grupo de ensayo de laboratorio, y a otro de campo en zonas con un elevado número de casos de Leishmaniosis registrados. De esos estudios se extraen conclusiones altamente satisfactorias: por un lado, se confirmó su total seguridad para la salud, tanto en perros sin la enfermedad como en perros infectados. Por otra parte, se registró un importante descenso de casos de contagio en las zonas de campo seleccionadas para la experimentación, por lo que su eficacia quedó totalmente contrastada. Ahora bien, en los perros que ya habían desarrollado la Leishmaniosis, no se detectó beneficio alguno, por lo que no se recomienda su administración.

¿Puede salir mal?

Las posibilidades de una reacción negativa después de la inyección son escasas, y los síntomas de poca gravedad. Es posible que alguna mascota desarrolle, en la zona en la que la ha recibido, inflamaciones, enrojecimientos, endurecimientos o dolores, todos ellos de carácter temporal, y poco preocupantes. Deberían desaparecer a los pocos días. Del mismo modo, puede que el animal se muestre apático, que sufra algún trastorno alimenticio o que le suba la temperatura; estos casos son habituales después de una vacuna, y también deberían desaparecer al cabo de pocos días (seis como mucho). Y finalmente, es muy poco probable, pero puede que algún perro reaccione negativamente por medio de una alergia, en cuyo caso debería recibir el tratamiento indicado por el veterinario.

En definitiva…

La vacuna CaniLeish supone un gran avance para el bienestar de las mascotas, puesto que si bien puede que no afecte directamente a las nuestras, es un paso hacia delante en la erradicación de una de las enfermedades más peligrosas para los animales. Se trata de una vacuna efectiva y segura, cuyo único requisito previo es que sea el veterinario quien dictamine si se requiere o no su aplicación en cada caso específico.


miércoles, 7 de marzo de 2012

CAMINAR CON LOS PERROS


Qué placentero es caminar de forma relajada con los perros. 
El ritmo se acompasa, persona y perro se separan, se acercan y se esperan cuando uno de ellos se interesa por algo… ¡es exactamente igual a pasear con un amigo! 
Sin embargo, en ocasiones, los paseos se convierten en auténticos suplicios: correas tensas, tirones, prisas, encuentros incómodos con otros perros o personas… 
Estas experiencias tan desagradables se empiezan a solucionar en cuanto el dueño entiende las necesidades de su perro durante el paseo y le ayuda a satisfacerlas.
Parece algo fácil de hacer cuando los perros van sueltos por el campo o la playa, pero cuando paseamos con un perro por la ciudad tenemos que llevarlo con correa (En cada ayuntamiento informan sobre las especificaciones de las normativas municipales respecto a la tenencia de animales) y es fundamental que los dueños sepamos usarla de forma conveniente para que, a pesar de estar atado, el perro pueda explorar y relacionarse agradablemente con otros perros y personas y, sobre todo, para que no sufra ningún dolor durante el paseo.

TIRONES, COLLARES Y ARNESES
Muchos perros padecen dolor en el cuello o en la espalda debido a los tirones del collar que reciben a lo largo del día, tanto los que se provocan ellos mismos estirando de la correa como los que les propinan sus dueños para mantenerlos a su lado. En el caso de llevar collares de ahogo, de pinchos o collares eléctricos, el dolor es aún mayor. Hace años me dijeron que a los perros no les dolían los tirones, que tenían el cuello muy fuerte. Desde entonces he escuchado a varios veterinarios decir lo contrario: los tirones en el cuello pueden causar muchos problemas físicos y mucho dolor a los perros. Una forma de evitar estos problemas es cambiar el collar por un arnés confortable con un enganche en la espalda. Aunque el perro tire, con un buen arnés la presión no va directamente al cuello sino al pecho.

LA DISTANCIA ES NECESARIA
Pero incluso cuando no hay tirones, una correa excesivamente corta también puede provocar que la postura del perro durante el paseo no sea cómoda, que no pueda acceder a nada interesante y que no consiga relacionarse correctamente. Los perros tienen unos cuantos rituales de saludo cuando se encuentran con otros perros: intentan acercarse haciendo una curva, giran sus cabezas o las agachan, e incluso pueden usar al dueño como barrera pasando al otro lado si algo les incomoda. Por eso, necesitan tener algo de distancia con el dueño.

MEJORAR LOS PASEOS
En muchos casos, simplemente cambiando el collar y la correa corta por un arnés y una correa larga, el paseo se vuelve mucho más placentero tanto para el dueño como para el perro. Sin embargo, también hay algunas otras cosas que el dueño puede hacer para mejorar la calidad del paseo con su perro.
• Observarle durante el paseo por la ciudad: ¿Qué le interesa? ¿Qué hace cuando ve a otros perros? ¿Qué hace cuando ve a niños o a personas mayores? ¿Hay cosas que le inquietan o le asustan? ¿Tiene lugares de paseo favoritos? Aprendamos a entender sus gustos y, si no van a causar ningún problema, seamos tolerantes con ellos.
• Entender que el paseo es para el perro: no aprovechemos el paseo para hacer recados yendo con prisas de un sitio a otro: los paseos son importantes para el bienestar del perro, debemos proporcionarle diariamente oportunidades para explorar y relacionarse con otros perros de forma agradable.
• Darle libertad de movimientos: ellos no caminan como nosotros, no andan en línea recta ni al mismo ritmo que nosotros.
• Realizar alrededor de tres paseos diarios: aunque el lugar de residencia sea una casa con jardín, el perro debería poder dar algunos paseos diarios por la calle para poder explorar zonas distintas a las conocidas y para poder relacionarse con otros perros y personas.
• Salir de casa sin mucha excitación: si animamos mucho al perro antes de salir es muy probable que éste se muestre excitado en exceso y salga de casa de forma alocada y sin fijarse en nada o tirando de la correa.
• Elegir zonas de paseo variadas: algunos perros van mirando, otros muy atentos a los sonidos, otros olisqueando buscando olores interesantes… Cada perro tiene sus gustos, pero a todos les resulta estimulante cambiar de zona de vez en cuando, oler, ver, oír y sentir cosas diferentes a las conocidas.
• Realizar paseos no excesivamente largos: cuando permitimos que los perros usen sus sentidos a su manera, empezamos a descubrir cuántas cosas (que a veces nos pasan desapercibidas) les resultan interesantes y estimulantes. Los cachorros y los perros jóvenes están procesando continuamente toda la información nueva que les llega al cerebro y se acaban cansando mucho. Los perros mayores también se cansan mucho físicamente.
• Llevar unos cuantos premios en el bolsillo: nos servirán para desviar la atención de nuestro perro si hay cosas en la calle que preferimos que eviten.

Pasear de forma relajada con los perros es una necesidad para ellos y un placer para todos. Aprendiendo a llevar la correa floja ayudaremos a nuestro perro a relajarse, a descubrir cosas y a interactuar de forma agradable con otros perros y personas.