jueves, 26 de julio de 2012

LAS PULGAS Y SUS ENFERMEDADES


LAS PULGAS Y SUS ENFERMEDADES
Además de ser de lo más molestas, las pulgas pueden suponer problemas de diversa gravedad al ser transmisores de más de una enfermedad a nuestras mascotas, ya sean gatos o perros. Somos conscientes de que la mayoría de vosotros trata el problema en seguida, pero nunca está de más enumerar las diversas complicaciones que puede ocasionar la presencia de pulgas…

Dipilidiosis

Este parásito, de elevada presencia en perros y gatos de España (y con posibilidades de contagiarse a humanos), afecta en su etapa madura al intestino delgado, pero las pulgas se encargan de transmitir la fase larvaria del mismo, haciendo de hospedadores intermediarios y yendo a afectar directamente el ano del animal. Por este motivo, nuestra mascota avisa de los primeros síntomas restregando sus posaderas por el suelo, intentando aliviar el prurito que se le haya podido ocasionar. Otra prueba, más evidente, es la presencia de proglotis (similares a los gusanos) en las heces, pelo, o lugares de descanso del animal. Se trata de una infección que puede tener complicaciones estomacales, diarrea e irritaciones severas, por lo que al menor síntoma conviene llevar a cabo una desparasitación tanto de animal, como del entorno, en caso de no haberse hecho antes; y si se confirma la presencia del parásito, se deberá llevar un control completo para evitar nuevas afecciones.

Infección por Rickettsia en el perro

Las Rickettsia rickettsii son una clase de bacterias que causan principalmente fiebres bastante altas, además de edemas, hiperemias, petequias, necrosis (tanto facial como en extremidades), hemorragias e incluso, en casos extremos, signos neurológicos. En definitiva, lo que se conoce como “fiebre de las montañas rocosas”. Se trata de una enfermedad que afecta principalmente a perros y humanos, especialmente difundida en el continente Americano. Sin embargo, en Europa existe un equivalente llamado R. conorii (provoca lo que se conoce como “fiebre botonosa del Mediterráneo”), aunque en este caso suele ser contagiada por vía de la garrapata. Una variante bastante difundida es la R. typhi, causante de tifus endémico, y cuyos síntomas más habituales son fiebres, cojera, anorexia, mialgias, dolor abdominal, vómitos y diarreas, etcétera. Sea como sea, se trata de una infección de rápida recuperación cuando es tratada a tiempo.

Hemoplasmosis (micoplasmosis) felina y canina

Las Hemoplasmas son unas bacterias que pueden encontrarse en todo el mundo, y que tienen en su punto de mira principalmente a gatos (sobre todo si padecen de alguna infección viral inmunosupresora), siendo bastante inusual en perros. Aún no está del todo claro cuál es el modo de infección natural, pero está prácticamente confirmado que las pulgas y garrapatas tienen mucho que ver. Lo que sí se saben los síntomas: anemia (palidez de las mucosas), anorexia y pérdida de peso, depresión, letargia y fiebre le hacen pasar un calvario a nuestra mascota, y aunque la infección se puede tratar, no se acaba de eliminar del todo, por lo que conviene andarse con ojo y, en medida de lo posible, prevenir vía desparasitación de la mascota y su entorno.

Las enfermedades causadas por pulgasBartonelosis

Una vez más, son los gatos los principales reservorios de esta bacteria, capaz de provocarle al ser humano lo que popularmente se conoce como, justamente, la “enfermedad del arañazo del gato”. De hecho, una vez infectado el animal (mediante el contacto con las pulgas o la ingestión de sus heces), la manera más habitual de contagiarse es a través de heridas en la piel, además del contacto con saliva o transfusión sanguínea. Cabe decir que la enfermedad no alberga excesivos problemas para el hombre, siempre y cuando no se trate de una persona inmunodeprimida. En ese caso, es necesaria una protección extra: en vista de que el riesgo de infectados es muy alto en gatos de menos de dos años, es mejor evitar todo contacto con ellos. Del mismo modo, los felinos que convivan con ellos deben estar totalmente desparasitados, y no pueden tener acceso al exterior. Igualmente, en caso de arañazo o mordedura la herida debe desinfectarse lo antes posible.
Además de los gatos pequeños, en general están expuestos a la bacteria los gatos que vivan en la calle total o parcialmente, mientras que en perros es algo más raro que llegue a contagiarse.
En el caso felino (cuyo tratamiento reduce pero no elimina el patógeno, por cierto), los síntomas clínicos brillan por su ausencia salvo en el caso de gatos inmunocomprometidos, que tendrán fiebre, gingivitis y anemia transitoria entre otras afecciones. Por su parte, los canes pueden registrar endocarditis, trastornos neurológicos, óseos y hepatoesplénicos y lesiones vasoproliferativas


¡SE ACERCAN LAS VACACIONES!



HACHIKO


Hachiko fue un perro japonés de raza akita, nacido en 1923. 

Hachiko se hizo famoso por la lealtad que mostró a su amo, el profesor Eisaburō Ueno, incluso después de que el profesor falleció.
En la foto, un monumento en su honor.

Os recomendamos que veais la película " Hachiko".
Toda una muestra de lealtad...
¡No os dejará indiferente!


martes, 17 de julio de 2012

GANADORES CONCURSO DOGGEE

¡Felicidades a los 3 ganadores del concurso DOGGEE!


LISTA DE PARTICIPANTES CONCURSO DOGGEE

Aquí tenéis la relación de todos los participantes del concurso DOGGEE  y las puntuaciones
¡Gracias por participar!

lunes, 9 de julio de 2012

El embarazo psicólogico en las perras


El embarazo psicólogico en las perras

Muchas veces no dejamos procrear a nuestras perras. Esta falta de que nuestras mascotas no tengan cachorros puede ocasionarles embarazos psicológicos que podemos notar enseguida por sus efectos más que visibles. En Centro de Nutrición Canina os queremos informar de ello, algo completamente normal en las mascotas y que afecta al 60% de la población.


¿Porqué s
e produce?

El embarazo psicológico en las perras se produce por un incremento de la llamada prolactina y un descenso, a su vez, de otra glándula llamada progesterona, algo que sucede cuando no se tienen cachorros. Una perra no esterilizada tiene más probabilidades de sufrirlo a los tres meses de estar en celo. A pesar de ello, “no existe una causa determinante para este trastorno” tal y como apunta un artículo en Mundo Animalia. “Después de la ovulación, indistintamente de si el animal está fecundado o no, aparece en el ovario, como consecuencia de la expulsión del óvulo, un pequeño quiste llamado cuerpo lúteo.

Si no se produce la fecundación, este quiste degenera y desaparece, sin embargo, si la hembra está preñada, será el principal productor de progesterona y ayudará a mantener el embarazo. En los pseudoembarazos suele haber una disfunción del cuerpo lúteo. Se produce cuando el pequeño quiste, en vez de degenerar, se mantiene activo estimulando así todo el mecanismo del embarazo”.

¿Cómo lo voy a ver?

Si tu perra tiene un embarazo psicológico lo vas a notar enseguida porque los efectos son muy visibles: el abdomen se le hinchará así como las mamas, llegando incluso a producir leche. Además, puede que gane peso enseguida, se ponga agresiva o recelosa en ciertos momentos u ocasiones y que construya camas por tu casa aunque, sobretodo, por que suelen apropiarse de un juguete u objeto pequeño al que tratan como si fuese su cachorro.



viernes, 6 de julio de 2012

EL ALZHEIMER DE LOS PERROS

Síndrome de disfunción cognitiva (El Alzheimer de los perros)

1. ¿Qué es el síndrome de disfunción cognitiva?
Es un conjunto de cambios de comportamiento que aparecen como consecuencia de la degeneración del sistema nervioso central en un animal de edad avanzada.

2. Síntomas más frecuentes
Los cambios de comportamiento que se observan más frecuentemente pueden agruparse en 4 categorías:

Desorientación:
El animal es incapaz de reconocer los lugares familiares.
No recuerda el trayecto de vuelta a casa tras el paseo.
Deambula por la casa.
Permanece con la mirada fija en un determinado lugar.

Alteración o disminución de las interacciones con sus propietarios:
El perro no saluda a los propietarios.
Deja de reclamarles atención (caricias, juego, etc)

Alteración del ciclo sueño-vigilia:
El perro se levanta por las noches, deambula, vocaliza y duerme de día.

Pérdida de hábitos adquiridos:
Pérdida de los hábitos de eliminación (pueden aparecer problemas de defecación y/o micción dentro de casa).
El perro deja de responder a órdenes conocidas.

3. ¿Puede diagnosticarse fácilmente este problema?
No hay ninguna prueba que pueda realizarse mientras el animal está vivo y que permita confirmar si se trata de un síndrome de disfunción cognitiva. Sin embargo, el protocolo diagnóstico nos permitirá llegar a un diagnóstico presuntivo.

El protocolo diagnóstico se divide en dos partes:
Descartar la existencia de una patología como responsable de estos cambios de comportamiento (tumor intracraneal, encefalopatía hepática, etc.) mediante un examen médico completo.
Realizar una entrevista al propietario que detalle el comportamiento del perro y los cambios que han aparecido.
Es muy importante que cuando el propietario detecte un cambio de comportamiento en su perro consulte cuanto antes a su veterinario.

4. ¿Qué podemos hacer si nuestro perro presenta este problema?
Debemos recordar que la enfermedad no puede curarse. Se trata de un proceso degenerativo y por lo tanto irreversible. Sin embargo, existen varias opciones que ralentizarán el curso de la enfermedad y mejorarán la calidad de vida del animal. Estas medidas paliativas de tratamiento se dividen en tres grupos:

Fármacos estimulantes y neuroprotectores:
Aumentan la cantidad de dopamina (neurotransmisor implicado en este síndrome).
Disminuyen la cantidad de radicales libres.
Mejoran el flujo cerebral.

Manejo dietético:
Suplementos o dietas de prescripción que contienen antioxidantes y ácidos grasos.

Manejo del entorno:
Mantener una rutina fija de paseos y comidas. Es recomendable realizar más paseos pero de menor duración.
Evitar hacer cambios en la vivienda que puedan entorpecer al perro.
Enseñarle de nuevo los hábitos perdidos.
No disminuir la estimulación (aumentar el contacto social, el juego, etc.).

Es importante remarcar que cuanto antes se detecte este problema, más efecto tendrá el tratamiento paliativo y los cambios degenerativos serán más lentos.


LA CASTRACIÓN: ¿CUÁNDO?

La castración... ¿Cuándo?

Conductas sexualmente dimórficas
Antes de entrar en materia sobre si a un perro o perra se le extirpan sus partes pudendas, hablaremos sobre una serie de conductas llamadas sexualmente dimórficas.
Son conductas que dependen de la acción de las hormonas sexuales sobre el sistema nervioso central. Podemos verlas tanto en un sexo como en otro, pero normalmente son más frecuentes en uno de ellos (es una cuestión cuantitativa).
El cerebro de un cachorro se “masculiniza” debido a los efectos de la testosterona si este cachorro va a ser macho, mientras que la hembra nacerá hembra, si no hay suficiente testosterona que actúe sobre su cerebro prenatal.

Un ejemplo de conducta sexualmente dimórfica lo tenemos en la postura de micción. Durante las 2 primeras semanas de vida esta conducta es estimulada por la madre en sus cachorros, y a partir de ahí se va haciendo independiente. Las diferencias entre los dos sexos empiezan a ocurrir a los 2 meses. A partir de los 2 meses el macho pasa a la postura juvenil, de pie y con el cuerpo inclinado hacia delante, y a los 4-6 meses empieza a mostrar la postura de adulto levantando una de las patas traseras. Los andrógenos y los estrógenos aumentan la conducta de micción en cada sexo.

El marcaje territorial también responde a un proceso de diferenciación sexual. Parece ser que la vasopresina, neurotransmisor también conocido como hormona antidiurética, estimula la conducta de marcaje con orina, activada a su vez por la testosterona.

La agresividad ofensiva también depende del efecto estimulador de esta hormona, por lo que también es más frecuente en machos. Dentro de la agresividad ofensiva tenemos la intrasexual y la competitiva o por dominancia. Esto no quiere decir que cuanta más testosterona circule por las venas de un perro éste será más agresivo, sino que todo ello depende del efecto activador que la testosterona tenga sobre el sistema nervioso central, y sobre todo de la experiencia previa del perro en esa determinada conducta.
Por último tenemos la conducta de vagabundeo como conducta más frecuente en machos.

La castración
Como hemos aventurado en el epígrafe anterior, es un método que se suele utilizar sin tener en cuenta sus efectos sobre la alteración de conducta en cuestión, ya que a veces no modifica para nada el problema e incluso puede empeorarlo.

Los andrógenos aumentan en general la agresividad de tipo ofensivo (por dominancia, territorial e intrasexual), pero no el resto. Pero la agresividad depende también de la genética y la experiencia previa.

En el macho, la castración disminuye las conductas sexualmente dimórficas que no están relacionadas directamente con la reproducción y que tienen que ver con la intervención de los andrógenos, es decir, el marcaje territorial (30-50%), la agresividad intrasexual (hasta en un 50-60%). Para comprobar los efectos, a veces hay que esperar un tiempo para permitir que el nivel hormonal circulante baje del todo. En la agresividad por dominancia el efecto no está tan claro, puede disminuirla pero nunca es eficaz como único método (la concentración sanguínea de testosterona no tiene por qué ser mayor en un perro dominante). También disminuye el vagabundeo en un 40% de perros rápidamente y en otro 50% poco a poco. ¡Ojo! Hay que tener en cuenta que el vagabundeo no tiene como único agente causal la testosterona, sino que hay otros elementos que actúan como reforzadores de la conducta, como pueden ser la búsqueda de comida y el contacto social.

En la conducta sexual de machos y hembras tiene efectos distintos. Mientras que en las hembras la actividad sexual desaparece inmediatamente tras la castración, en el macho puede perdurar hasta toda la vida o interrumpirse del todo o parcialmente (algunos autores dicen que depende de la experiencia sexual del animal). Por tanto, no debe extrañarnos que en un macho castrado permanezcan conductas como las de monta o erección. En los perros no importa tanto el nivel de andrógenos circulante como la respuesta del sistema nervioso central a su efecto. Además, en el macho el control de la conducta sexual es menos dependiente de la acción hormonal que en la hembra.

En lo que se refiere a la tendencia a desarrollar obesidad tras la castración, parece que influye más en las hembras, debido a la ausencia de los estrógenos, que disminuyen la ingestión de alimento. Las hembras castradas comen más (hasta 20% más al día según estudios) y ganan más peso. La solución está en restringir la ración diaria. En los machos no hay estudios concluyentes, pero parece ser menor la tendencia a desarrollar obesidad que en las hembras (en la mayoría de los mamíferos las hormonas sexuales masculinas causan aumento en el consumo de alimentos, por lo tanto al castrarlos el consumo disminuye, aunque parece que aumenta el depósito de grasa).

En las hembras, la castración evita la pseudogestación y todos los problemas derivados, si se realiza en el momento oportuno del ciclo estral; por tanto disminuiría la agresividad relacionada con la conducta maternal. La castración puede aumentar el riesgo de aparición de agresividad por dominancia si la hembra se castra después de la aparición de episodios de este tipo de agresividad, debido a que los estrógenos y los progestágenos actúan como inhibidores de la agresividad en las hembras. Reduce la posibilidad de aparición de tumores mamarios, tanto más cuanto más joven se lleve a cabo la cirugía; y también la aparición de piómetra. También reduce el marcaje con orina, si éste está asociado al periodo del estro, al igual que reduce la agresividad de las hembras que compiten por un macho en dicho periodo.

La castración no produce cambios de personalidad, ni pérdida de la capacidad en los perros de trabajo.