Esta semana inauguramos 2 tiendas más del grupo TerranovaCNC:
TERRANOVACNC31 DE CASTELLDEFELS
TERRANOVACNC35 DE GRANOLLERS
¡Os esperamos!
viernes, 30 de noviembre de 2012
lunes, 19 de noviembre de 2012
martes, 13 de noviembre de 2012
DESOBEDIENCIA EN EL PASEO: MI PERRO NO VUELVE CUANDO VA SIN CORREA
¿Cuál puede ser la causa?
Fallo en el adiestramiento. Un
error común es llevarse al perro al parque, soltarle para que se divierta,
después llamarle, ponerle la correa y volver a casa antes de que se escape de
nuevo. Lo que se le está enseñando con esto es que acudir a su llamada
representa el fin de su diversión.
Otro error común: llamarlo cuando
está ocupado con algo y no quiere dejarlo, ponerle la correa y marcharse; también
así aprende que no ha de acudir a la llamada de su amo.
¿Qué hacer?
Enséñele a acudir a su llamada
desde el principio, en casa o en el jardín. Empiece ofreciéndole un premio
comida desde cerca. Cuando llegue, deje el premio y repita el ejercicio. En
cuanto haya captado la idea, introduzca la orden “ven” y vaya aumentando
gradualmente la distancia.
Recompénselo siempre por acudir a
su llamada, no lo riña porqué su respuesta no sea rápida y en estas etapas no
cometa el error de adiestrarle con distracciones de por medio.
Cuando haya aprendido la lección
en casa, llévelo al parque con una correa extensible, deje que corra un poco y
llámelo. Si no responde, llámelo otra vez y poco a poco vaya acortando la
correa, elogiándolo cuando le alcance. Repita este ejercicio varias veces y después
continúe el paseo o juegue con él un poco para que no asocie la llamada con el
fin de su diversión.
Cuando esté preparado para
practicar sin correa, siga el mismo modelo: llamarlo, elogiarlo y premiarlo por
acudir, y soltarlo. Elija bien el momento de llamarlo procurando no hacerlo
cuando esté enfrascado con un compañero o un olor fascinante. Si no responde,
no siga gritándole ni lo riña: atraiga su atención con una llamada crujiente:
en cuanto le mire, dese la vuelta y márchese (pocos perros resistirán la
tentación de correr tras sus amos) y en cuanto lo alcance recompénselo como
siempre.
Complique el ejercicio poco a
poco y al final tendrá un perro que siempre responde a su llamada,
independientemente de lo que esté haciendo.
Prevención
Empiece este entrenamiento cuando
sea cachorro. En los paseos, llámelo varias veces y después deje que se marche
otra vez, para que no asocie la llamada al final del paseo.
Por muy bien que haya aprendido
de cachorro esta lección, no se desanime si en la adolescencia da un paso atrás;
cuando madure regresará al buen comportamiento.
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