miércoles, 20 de junio de 2012

EJERCICIO FISICO (Y MENTAL) PARA LAS DISTINTAS ETAPAS DE VIDA DE UN PERRO


Ejercicio físico (y mental) para las distintas etapas de vida de un perro

Es de lógica, pero aun así es muy importante recordar que nuestro perro necesita ejercitar cuerpo y mente. Y necesita hacerlo siempre, desde cuando es cachorro a cuando tiene una edad muy avanzada. Ahora bien, a cada fase de su vida se debe corresponder un determinado tipo de esfuerzo, y a eso es a lo que vamos a dedicar el siguiente artículo.

¿Por qué realizar ejercicio?
Ante todo, hay que tener bien claros los motivos por que se incita a un perro a ejercitarse. Debe saberse, pues, que mantener en forma a nuestra mascota tanto a nivel de salud mental como física, implica evitarle malestares. Malestares que pueden ser reacciones agresivas, estresadas o ansiosas, pero también problemas musculares, de artrosis, o de corte neurológico. En definitiva, un estado físico y anímico óptimos llevan a una mejor calidad de vida de nuestro perro, y por lo tanto a una mejor convivencia en casa.

Ejercicio para cachorros, hasta 1 año y medio de edad
El cuidado de un cachorro es trascendental puesto que determina el comportamiento del animal durante el resto de su vida, y en ocasiones es muy difícil corregir malos hábitos aprendidos en edades tempranas. Afortunadamente, el buen ejercicio físico puede intervenir en la conducta del perrito, y mejorarla; en esta etapa de su vida, es fundamental que contacte con otros ambientes, que se sociabilice y que reciba el mayor número posible de estímulos de su alrededor. De este modo, empieza a acostumbrarse al mundo que verá durante el resto de sus días, aprende ciertas costumbres (depositar en el lugar indicado, conductas de calma…), se olvida de otras (destruir todo lo que tenga a su alcance…) y como ya decíamos antes, la convivencia con él se hace mucho mejor. Para ellos, el ejercicio ideal es aquel que no requiere demasiado esfuerzo físico: nuestra mascota debe pasear en la calle, jugar en el parque ya sea con sus dueños o con otros perros, correr detrás de una pelota… pero siempre a baja intensidad. Son mucho mejores paseos breves y frecuentes, alternados con juegos y otros divertimentos, que largas kilometradas; y no es recomendable que a edades tan tempranas arrastren o carguen peso. Llevados bien, estos consejos pueden ayudar también al desarrollo esquelético y muscular de su cuerpo, así como a una buena dosificación energética.

Ejercicio para adultos, desde el año y medio de edad, hasta los ocho años
Cuando el perro adquiere una edad adulta, se entiende que su cuerpo ya ha ido madurando, y cuenta con una sólida base esquelética y muscular. Además, se han regulado sus niveles de energía, por lo que se puede alterar el tipo de ejercicios y proponerle retos más estimulantes y de mayor intensidad y esfuerzo. Es el momento de hacer largas caminatas o carreras, de hacerle mover pesos o de que nade. En su justa medida (y sin obligarle a hacer nada que le moleste) tales ejercicios potencian su fuerza, aprovechan al máximo su masa muscular, y mejoran sus huesos y articulaciones al tiempo que reducen la posibilidad de que aparezcan osteoartrosis u otros problemas antes de tiempo.
No hay que olvidar que siempre que no sea imposible por algo, hacer deporte genera bienestar por la segregación de endorfinas, y que por tanto, a nuestra mascota le gusta. Eso se traduce en un mayor equilibrio y mejor comportamiento: el perro, en casa, se muestra más tranquilo, menos ansioso y nervioso. Y por lo general, una buena rutina constante le hace estar más dócil y receptivo a nuevos aprendizajes. Una vez más, se refuerza el vínculo entre propietario y mascota.

Algunos ejemplos de ejercicio ideal para un perro adulto, en función de sus características físicas: agility, carrera, caza, mushing…

Ejercicio para perros de ocho a diez años
En esta etapa de su vida, el perro se hace mayor. Las articulaciones empiezan a resentirse, los músculos se oxidan, y sistemas neurológicos y/o cardiorespiratorios dan los primeros síntomas de cansancio. Cuerpo y mente ya no son lo que eran, y el resultado es un perro algo más triste y débil, que juega menos, le cuesta más trabajo saltar e incluso mantener el ritmo de los paseos que una vez hacía sin problemas. ¿Significa eso que deba pasarse a una vida de total sedentarismo? Nada más lejos. Simplemente, que el ejercicio que de ahora en adelante deberá realizar, necesitará ciertos cambios para rebajar el nivel de esfuerzo e intensidad debido a la menor resistencia del animal. En este caso, para retrasar el inevitable proceso degenerativo y permitir que tenga la mejor calidad de vida, es recomendable que nuestra mascota realice con regularidad ejercicios de hidroterapia, o bien que pasee por rampas y escaleras, trabaje en pistas de arena o diferentes superficies, con el objetivo de mantener el estado físico (y mental) de la mejor manera posible. De este modo, se evita también que entre en sus últimos años de vida arrastrando graves problemas degenerativos.

Ejercicio para perros ancianos, de diez años en adelante
Cuando el perro es anciano, la degeneración física y mental suele ser evidente. Disfunción cognitiva, ansiedad, inseguridad y demás estados anímicos se suelen alternar con problemas en los huesos y articulaciones, y por ese motivo, es muy importante que se mantenga activo, con ejercicios que, eso sí, sean de bajo impacto. El objetivo es reducir todo lo posible esa degeneración, incrementando (un poco) su masa muscular, mejorando su equilibrio y coordinación, y por extensión su resistencia cardiovascular. En la actualidad hay numerosos tratamientos específicos para hacer que su día a día sea lo más placentero posible, pero un buen listado de actividades con las que ejercitar a nuestro anciano amigo pasa por hacer paseos cortos y frecuentes, apuntarle a sesiones de hidroterapia, masajes y estiramientos, usar balanceos, serpentinas, y por lo general, llevar a cabo juegos simples, que le diviertan y estimulen de paso su actividad mental. A este respecto, se recomienda alternar la parte física con ejercicios puramente mentales y de comportamiento, para evitar que tome vicios negativos.
Algunos ejemplos: búsqueda de comida, puzles interactivos, y circuitos para memorizar.

En definitiva…
En el fondo, un perro no se diferencia de un humano en cuanto a que, como él, arranca con mucha energía, madura, y posteriormente encara su declive con una degeneración progresiva. La diferencia reside en que es un animal con mucha más energía que nosotros, y sin embargo, en muchos casos apenas realizan un paseo diario como único ejercicio. Si queremos ofrecerle la mejor calidad de vida, y asegurar una madurez lo más placentera posible, debemos aumentar el número o la intensidad de esos paseos, o buscar soluciones para que se mantenga activo, sano y equilibrado. En caso de no poder dedicarle tanto tiempo nosotros mismos, siempre existen alternativas, en clave de centros de deporte para animales, residencias caninas, centros de rehabilitación o demás profesionales especializados en el cuidado físico y mental de nuestras mascotas

lunes, 18 de junio de 2012

Problemas de comportamiento compulsivo en perros y gatos

Trastornos compulsivos

Por trastorno compulsivo se entiende un comportamiento exagerado, una repetición excesiva de un deje o un gesto que en un principio podría parecer normal. Puede parecer normal que un perro se lama, pero no lo es que lo haga sin parar, fuera de sí. De hecho, uno de los principales trastornos es precisamente ese, un lamido exagerado que puede devenir en problemas de dermatitis (con diferentes niveles de lesión cutánea), principalmente en las patas.
Girar en círculos persiguiéndose la cola, perseguir luces, sombras o insectos, y morderse con mayor o menor intensidad son otras de las pistas más habituales de trastornos en perros, mientras que a los gatos se les atribuye un exceso de lametones, la masticación de plásticos o tejidos, la alopecia psicogénica o una sensibilidad y cansancios excesivos.

Causas

¿Qué factores causan esta clase de trastornos? Pregunta obligada que encuentra respuesta en varios frentes.
Las conductas compulsivas las pueden causar desde factores genéticos a cambios físicos o psicológicos. Todo lo que pueda significar estrés, frustración o miedo (una mudanza, un aumento de la familia, la muerte de un ser querido para él…) puede desembocar en tales problemas.
Pero también pueden deberse a un castigo inadecuado, cuando el responsable de la mascota trata de solucionar un problema empleando medidas físicas o bozales, collares y demás métodos coercitivos, contraindicados por la gran mayoría de profesionales.
El hombre también puede ser culpable de tales trastornos si desteta demasiado pronto a su mascota, o bien si le somete a traumas cuando aún es demasiado cachorro.
Falta de estimulación ambiental, poca interacción con humanos (la conducta puede devenir de un intento repetido por llamar la atención) u otros animales, o el potenciamiento de un comportamiento incorrecto, también son determinantes en el desencadenamiento de dichos trastornos.

Prevención

Si nuestra mascota acaba adoptando una conducta compulsiva, su tratamiento es largo, costoso, y en ocasiones, no del todo fructuoso. Es posible que los tics perduren durante el resto de su vida, y por ese motivo, lo mejor es no arriesgarse y prevenir. Prevenir mediante una correcta sociabilización desde cachorro o gatito, y sobre todo, reduciendo en medida de lo posible una vida de estrés, mediante un día a día completo y saludable, que lo estimule y nos haga disfrutar, a animal y dueño, de una relación positiva y sin sobresaltos.

Tratamiento

Cuando percibamos un comportamiento extraño en nuestra mascota, es obligatorio acudir al veterinario para que nos informe de la situación y nos diga qué hacer. Generalmente, las medidas a adoptar a partir de entonces pasan por concienciar a todos los miembros de la familia del problema y tratar de ayudar al animal mejorando su hábitat, haciéndole hacer más ejercicio, jugando con él y adquiriendo juguetes que puedan estimularle, y sociabilizándole con otras mascotas. Además, claro, de técnicas más específicas como el estímulo disruptivo, el contracondicionamiento, y otras técnicas cognitivas (desde juegos concretos a ejercicios de agility) a tratar con especialistas.
Por otra parte, todas estas técnicas conductuales se combinan con el empleo de algunos fármacos (antidepresivos, por ejemplo) o de feromonas apaciguadoras. Por supuesto, todo ello debe ser recetado por el veterinario, que tiene que acompañarlo del mayor número de indicaciones posible, para evitar reacciones indeseadas o problemas por el uso y/o combinación indebidos.
Sea como sea, volvemos a insistir en que no hay mejor cura que la prevención: hay que dedicarle todo el tiempo que sea necesario a nuestra mascota. Siendo ella feliz, se evitarán muchos problemas de conducta.




viernes, 15 de junio de 2012

EMPIEZA EL CONCURSO DOGGEE

3...2...1...

¡ POR FIN LLEGÓ EL DÍA!

¡Empieza el segundo concurso DOGGEE!
¿Aún no te has descargado la aplicación?
http://itunes.apple.com/us/app/doggee/id471698941?l=es&ls=1&mt=8

¡Entra y participa!
Es  muy sencillo, y tiene 3 grandes premios, entre ellos 3 meses de comida gratis para tu mascota
¿Te lo vas a perder?
Recordar que tenéis tiempo para participar desde el 15 de junio hasta el 15 de julio.
Semanalmente iremos publicando el ranking de participantes en la red social facebook.

Estar atentos a nuestras noticias
¡Mucha suerte a todos!


miércoles, 6 de junio de 2012

APRENDIZAJE DE LA CONDUCTA HIGIÉNICA


¿Qué hacer para que tu cachorro aprenda a eliminar en los sitios adecuados?
Lo mejor es sacarle a la calle desde el primer día. Pero, ¿cuándo?, ¿cuántas veces?. Hay ciertos momentos en los que tienes que sacarle siempre, como los siguientes:
1.      Unos 20 minutos después de comer.
2.      Después de beber agua.
3.      Nada más despertarse por la mañana o de una siesta.
4.      Después de jugar.
5.      Después de entrenar.
6.      Después de cualquier actividad excitante (juego, otros perros, visitas, niños,...).
7.      Después de haber permanecido durante algún tiempo en su trasportín ("casita"). Nunca más de una hora u hora y media.
8.      Antes de acostarse.

Por supuesto, hay que premiarle cuando acierte e ignorar cuando se equivoque. Mientras esté en casa intentaremos tenerlo controlado y fijaremos horarios de comida para ser capaces de prevenir posibles errores o accidentes. Los accidentes pueden ayudar a crear malos hábitos que, más tarde, hay que corregir. Corregir no es más que intentar poner un parche, siempre será más eficaz y más fácil enseñar al cachorro que corregir un mal hábito.

Disponer de suficiente tiempo para sacar al cachorro es lo ideal, pero entendemos que esto no es siempre posible. Todavía no existen las bajas por adquisición o adopción de cachorros. Por lo tanto, cuando tengamos que dejarle solo, dejaremos al perrito en un área reducida (baño o cocina) para prevenir errores. También podemos acondicionar una zona con un parque para perros. Dejaremos sucama alejada de la zona de eliminación porque al perrito no le gustará hacer "sus cosas" cerca de su sitio de descanso. Es importante acondicionar ese lugar para que se encuentre a gusto cuando se quede solo, tendrá agua a su libre disposición y juguetes para mordisquear (kongs, etc.).

La zona de eliminación la podemos hacer con papeles de periódico, bandejas con empapadores, que se suelen encontrar en tiendas específicas, precisamente para estos menesteres. Pero la idea que más nos gusta es la que propone el Dr. Ian Dunbar en sus libros, se trata de construir su zona de eliminación con una caja con césped, losas de pavimento de cemento (como las de las aceras), estos son elementos fácilmente reconocibles por el perrito cuando baja a la calle. Nosotros decimos que si no podemos bajar al cachorro a la calle todo lo a menudo que se debe, subámosle la calle a casa.

Algunos consejos a tener en cuenta:
·         Cada hora y media o dos horas (al principio) puedes utilizar una señal verbal para indicarle al cachorro que quieres que haga "sus cosas" y lo llevas a dónde quieras (su zona, el parque, la calle, el jardín,...)
·         No pasees antes de que elimine. Espera unos minutos y si no hace nada, regresa a casa, llévale a su trasportín y vuelve a intentarlo media hora más tarde.
·         Cada vez que haga pis o caquita prémiale con unos trocitos de comida. Pronto asociará que recibe comida al hacerlo en el sitio adecuado. Pero ten paciencia porque necesitará unas cuantas repeticiones.
·         No pasees con el perro antes de eliminar, esto le ayudará a asociar que no hay paseo si antes no ha hecho "sus cosas".
·         Ten en cuenta que un cachorro de dos meses necesitará eliminar cada hora u hora y media, un cachorro de tres meses podrá esperar dos o tres horas, un cachorro de cuatro meses podrá aguantar cuatro horas. Más o menos una hora por cada mes que cumpla el cachorro. Pero esto no es matemático y podrá variar de un perro a otro.
No olvides que lo más importante es no castigar al cachorro cuando cometa un error o se produzca un accidente y que debes premiar cada uno de sus aciertos.


lunes, 4 de junio de 2012

NUEVO CONCURSO DOGGEE


¡Descárgate el juego DOGGEE para poder participar!


El concurso empezará el próximo día 15 de junio. 
¡Hay muchos regalos y sorpresas esperándote!


¡Mucha suerte!