Que el
perro no pueda expresarse verbalmente de la misma manera que lo hacemos
nosotros, no significa que no pueda comunicarse con total claridad. Sólo
necesitamos saber cómo entenderle, y para ello, debemos estudiar sus
movimientos. Uno de los más fundamentales, por supuesto, es el de la cola.
Pero igualmente revelador es el de las orejas. Aunque cabe
recordar que no todos los perros cuentan con el mismo tipo de morfología
auricular, por lo que no siempre podrá detectarse con facilidad el movimiento y
su significado, el lenguaje es universal, así que vamos a incluir a
continuación un listado con todas las posiciones y gestos, y lo que significan.
Por
supuesto, antes de nada recordamos que en España la mutilación por
estética está prohibida, y que si no lo estuviera, igualmente la
desaconsejaríamos completamente, salvo por razones médicas; por mucho que un
corte bien hecho no debería impedir el movimiento, sigue siendo un riesgo por
el que no merece la pena hacer pasar a nuestra mascota.
Posiciones,
movimientos y significado
Erectas y algo inclinadas hacia
delante
El perro está prestando atención
a lo que sucede ante él. Suele acompañarse de ladeos de la cabeza, que denotan
especial interés en materia.
Erectas y algo inclinadas hacia
delante
Es una señal de dominancia si se
acompaña de una cola totalmente levantada, una pose con el pecho salido, y el
hocico cerrado con la cabeza erguida y también hacia delante.
Inclinadas ostensiblemente hacia
delante
Nuestra mascota está desafiando
lo que tiene delante, y se dispone a atacar. Se acompaña de un hocico arrugado
y la muestra de todos sus dientes, la mirada fija, y el cuerpo bloqueado y un
poco adelantado.
Orejas hacia atrás
Es la forma de decir que está
tenso, que tiene miedo. Si enseña los dientes, significa que además está
dispuesto a defenderse si la amenaza se acaba materializando. A las orejas se
asocia la cola entre las patas, la cabeza gacha y los ojos entreabiertos,
evitando el cruce de miradas.
Pegadas a la cabeza y dobladas
hacia atrás
Con esta posición, el animal está
expresando su sumisión pacífica. De hecho, no está mostrando los dientes ni
arrugando el hocico, y tiene el cuerpo agazapado. Durante todo el tiempo,
mantiene la mirada baja.
Orejas relajadas
Si se acompañan de un rabo
levantado y en movimiento y la boca abierta y relajada, y los ojos abiertos de
par en par implican un gesto amistoso.
Movimiento
Si nuestra mascota empieza
moviendo las orejas hacia delante, para luego echarlas hacia atrás y/o
bajarlas, nos está diciendo que está tranquilo, en modo observador, no busca
líos.
En definitiva, salta a la vista
que además de ser un elemento sumamente característico en cada perro, las
orejas constituyen una parte fundamental para su comunicación.
Repetimos, por tanto, que a no ser que lo aconseje un veterinario por razones
de salud, no debería siquiera plantearse la posibilidad de mutilarlas por
cuestiones que no vienen al caso.
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